TE QUIERO

Te quiero.

Básicamente ese era todo el mensaje.

Por más que lo sepas.
Por más que lo tengas claro.
Por más que no te interese.
Por más que no pienses lo mismo.
Por más que quieras que sea mentira.
Por más que subestimes mis sentimientos.

Es necesario que te diga que te quiero.

Renazco sintiendo tus brazos alrededor mío.
Cada palabra que pronunciás me hace flotar entre las nubes, entre sueños imposibles, entre una

amistad que no quiero que termine.

Una amistad...
Quiero más que una amistad.

Necesito más que esta amistad que me sabe amarga.

Duele verte obnuvilado por cosas tan banales.
Duele verte lejos, aunque sean cinco minutos.
Duele extrañarte tanto y que no te des cuenta.
Duele que me importes tanto.

Duele porque no puedo hacer nada para cambiarlo, para cambiar tus sentimientos.

Es necesario que repita que te quiero.

Te quiero cerca todo el tiempo.
Te quiero mío todo el tiempo.

Deberíamos dejar de soñar y aprender a vivir la realidad.

Condenada.
Así me siento.

Condenada a esta amistad, que me encanta, que amo, pero que no me alcanza.

Ya no.
Ya no es lo mismo.
Ya no puedo callar.
Ya no puedo aguantar estas ganas de amarte.
Ya no puedo aguantar esta necesidad de verte, de tenerte.

Ya está.
Ya veré la manera de no gastar más lágrimas.
Ya no te molestaré.

Me cansé.

Me cansé de quererte.

Ahora, simplemente empezaré a AMARTE.